ÁNGELA MABEL SANTIBÁÑEZ VÁSQUEZ

Actualmente trabajo en la Oficina de Asuntos Estudiantiles sede Temuco. Más allá de escoger mi trabajo, me lo presentó la vida y estoy muy feliz y agradecida por esta oportunidad de desenvolverme como profesional y adquirir nuevos conocimientos. En los tiempos del COVID-19, el teletrabajo ha sido un mundo nuevo, lleno de nuevos desafíos, a su vez quizás un poco agobiante. El hecho de que los canales de comunicación no sean directos con el estudiante hace que se dificulte la atención. Pero con un buen equipo y herramientas adecuadas de trabajo, pude sobrellevar la situación. Para trabajar desde casa, la verdad es que a través de una “charla” de la mutual aprendí ciertos tips para esta modalidad de trabajo: designar una parte de la casa para trabajar, respetar el horario de colación e inclusive una buena hidratación son sumamente útiles

En un inicio, sentí que mis conocimientos estaban constantemente a prueba. Pero tuve un caso “X” relacionado con acreditación socioeconómica donde sentí, que mi ética profesional estaba a prueba. Fue relacionado con un estudiante que debía realizar este proceso de acreditación para poder obtener algún beneficio ministerial, sin embargo, su hermano había sido acreditado en otra casa de estudios. La acreditación de él, no estaba bien realizada, desconozco el criterio del otro/a profesional, pero en relación a la documentación presentada. Esta no era consistente. La verdad es que me cuestioné bastante en como acreditar al estudiante ya que, su hermano si había obtenido un beneficio y la plataforma te indica que existe un integrante del grupo familiar acreditado en otra casa de estudios, el mensaje subliminal de eso es “la información que ingreses debe ser la misma si viven en el mismo hogar”. Pero sabía que no podía ingresar lo mismo ya que, lo ingresado no tenía respaldos. Esa fue la situación más difícil hasta el momento, pero me oriente con otros profesionales del área y pude finalizar de manera exitosa el caso. Los desafíos que ha tenido que enfrentar para ser profesional, como todos los recién titulados, creo que nuestro mayor desafío es el haber egresado en época del COVID-19, sobre todo para mí, la verdad no soy muy amiga de la tecnología, pero me he interiorizado y aprendido de esta nueva forma de trabajo. Mi edad, también ha sido un desafío, el hecho de tener 24 años, y quizás mi personalidad, ha generado que en oportunidades tanto los estudiantes, como colegas no confíen en mis conocimientos, te encuentren “muy niña”, etc. Sobre todo cuando atiendo estudiantes mayores. Sin embargo, creo que he realizado mi trabajo de una manera muy profesional. Mi inexperiencia en el área fue un desafío de los más grandes, pero con dedicación y quizás un poco de trabajo extra en formación, he logrado nivelarme con mis colegas del área que llevan más tiempo

Tener sello IPCHILE, para mi es un orgullo, me hace sentir una profesional preparada con base sólida, con habilidades sociales, académicas, personales. Todo esto me hace sentir más confiada a la hora de desenvolverme profesionalmente. Significa mucho tener el sello IPCHILE, es parte de mí.