MACARENA SEGURA CORTÉS.

Actualmente me desempeño como “Consultora en departamento de Admisión”, escogí trabajar en ésta área básicamente porque se me presentó hace años la oportunidad de hacerlo, me pareció un área interesante donde podía explotar habilidades comunicativas y a la vez orientar vocacionalmente a quienes buscan una carrera para su futuro profesional.

En el período de COVID-19, el Teletrabajo, se transformó en una herramienta que permitió mantener activo el campo laboral, innovando en una nueva forma de trabajar desde casa, dando la oportunidad de tomar los resguardos necesarios frente a la pandemia y evitar de esta forma la exposición a contagios.

Claramente el Teletrabajo, genera una distancia entre los equipos, toda vez que es impersonal y las interacciones se encuadran en un ambiente individualizado. Para trabajar desde casa, desde mi punto de vista lo primero es ser organizado, tener una planificación diaria y objetivos específicos, asumir el trabajo desde casa con la misma responsabilidad y compromiso que se da en el lugar de trabajo original. Así como también, mantener un sitio cómodo, iluminado y ventilado, donde podamos sentirnos a gusto en el desempeño de nuestras tareas. Generar pausas o quiebres que nos permitan retomar con entusiasmo y tranquilidad los pendientes. Una actividad que puso a prueba mis conocimientos, respecto del teletrabajo, han sido las TICS, dado que por ser una nueva herramienta, hubo que instruirse en su utilización y manejo. Respecto de la actividad laboral propiamente tal, en situación de normalidad, los conocimientos están a prueba a diario, es una constante que se presenta en cada objetivo o desafío, motivándonos a estar siempre actualizados en contenidos, metodologías, objetivos y sobre todo en el ámbito relacional.

El primer gran desafío fue creer y querer lograr ser profesional, pues no bastan las ganas, hay que tener conciencia de lo que se desea hacer, por qué y para qué, además de asumir que existe una gran cuota de voluntad, responsabilidad y perseverancia que debemos trabajar a diario. Otro gran desafío fue estudiar, teniendo ya tres hijas, que como niñas demandaban mi tiempo y cuidados, debiendo llevar mis fuerzas muchas veces hasta el límite, exigiéndome todo lo posible, emocional, mental y físicamente, para poder responder a la multiplicidad de roles de la mejor forma que pudiera hacerlo. Y por último, fue responder a las expectativas propias y a las de mi casa de estudios, donde además trabajaba siendo estudiante.

Mis recuerdos como estudiante de IPCHILE, son muy emotivos e importantes para mi vida, me acompañarán por siempre, porque viví y experimenté en mi casa de estudios los momentos de mayor felicidad y satisfacción que nunca imaginé. Generé lazos de amistad tanto con compañeros de estudio como de trabajo, los que permanecen hasta ahora formando parte de mi historia. Recuerdo con inmensa alegría los aniversarios, la Ceremonia de Investidura, las actividades sociales, la vida estudiantil a la que tanto valor se da en IPCHILE.

Recuerdo especialmente la inauguración de la nueva Sede, hasta hoy guardo un trocito del corte de cinta, donde participé como ayudante de la organización del evento. Atesoro cada conocimiento adquirido, no solo en aspectos teóricos sino también prácticos y valóricos, los cuales recibí de grandes maestros, pero sobre todo de valiosos seres humanos.

Tener sello IPCHILE, Significa llevar a la práctica de forma consciente aspectos vinculados a la promoción del buen servicio, de la empatía, del profesionalismo, de la colaboración, siendo capaz de adaptarse a distintos contextos, teniendo como base fundamental, la ética, el compromiso, la humanidad y la dignidad.